miércoles, 8 de octubre de 2008

Contento?

Quedo contemplando el oscuro cielo de sus pensamientos, toda su vida intentando encontrar algo perfecto, algo que pudiera describirlo todo, que entendiera fácilmente. Eran demasiados atributos para una sola cosa, cada vez mas oscuro se volvía aquel escenario, y cada vez mas siniestra era la sombra que acechaba sus ideas, porque no era nada normal lo que rondaba por su cabeza, y el lo sabia, pero nunca le presto atención. Siempre intentando lograr algo para superarse, a lo que no se daba cuenta que siempre terminaba repitiendo el mismo error una y otra vez. Porque nada es perfecto, nada es eterno, y él tarde o temprano lo comprendería, tal vez no fuese ese el momento, pero seguramente llegaría.Como una ventana que hacia años estaba cerrada, y se trababa por el oxido de sus bordes metálicos, su cabeza se veía cerrada dentro de si misma, y le resultaría prácticamente imposible encontrar una verdad alternativa, algo con lo que encontrara un sentido a todo lo que había hecho. Aun se sentía culpable, aun sentía ese cargo de conciencia que parecía nunca acabar dentro suyo, como una bóveda sus ojos quedaron cerrados a nuevas imágenes, nuevas ilusiones, nuevos mundos.Su vida nunca volvería a ser la misma, y el lo sabia, eso era lo que le causaba mas pena y remordimiento. Cuando recayó a la idea de que nunca los volvería a ver, sus sonrisas, sus ilusiones, sus vidas, eran ahora para él algo completamente lejano y carente de significancia. Había echado todo a perder y solo por no darse cuenta antes de que fuese demasiado tarde, una lágrima rozó su prominente pómulo, al instante se hecho a llorar como un pequeño de jardín que no encuentra su juguete nuevo.Nada importaba ya, estaba solo en el mundo, solo, y el lo había provocado todo, por que ese ataque de ira inoportuno? Toda esa impotencia contenida, las frustraciones, una vida de fracasos sucesivos, cosas que determinadas personas toman de una manera, otras de otra, todo esto colmado con una pequeña cucharada llamada desengaño amoroso, terminó canalizándolo todo en un pequeño acto de repulsión hacia la vida. Ya nada podía hacer, tan solo quedarse postrado en su antigua cama matrimonial esperando que alguien los encontrara, la sangre desparramada en la habitación hacía obvio lo ocurrido ahí dentro.El pequeño y anteriormente dicho oscuro espacio en su mente se tornaba cada vez más insignificante, carcomido por la ira, y luego por el remordimiento. Edemas se preguntaba, que tenían ellos que ver? No comprendía ninguno de sus repentinos y desoladores actos, se había convertido en un autentico ladrón de vidas y se había encerrado en si mismo, de donde nunca querría volver a salir.

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